REIKI USUI TIBETANO

Aunque existen claras diferencias entre el momento histórico en el que se inició el Reiki y el momento actual,  ambos tienen aspectos en común, uno de ellos y que merece ser destacado, es la necesidad de sanación y compañía que tenemos todos y cada uno de nosotros, y no se trata sólo una sanación física sino mental y emocional. Actualmente podemos afirmar que la más importante es la emocional.

Uno de las primeras cosas que se aprenden en Reiki es que cualquier dolor físico suele ser el reflejo de un problema emocional, por eso es tan importante que un terapeuta no sea un simple vehículo energético, sino un ser preparado para comprender, escuchar y actuar. Aunque cualquier persona puede llegar a ser terapeuta de Reiki, es necesario tener claridad sobre la responsabilidad que conlleva: aprender, formarse y actuar en consecuencia a los conocimientos que se van adquiriendo.  No se trata de chasquear los dedos y convertirse en un curandero o en un gurú que es capaz de conseguir milagros, el Reiki tiene técnicas y protocolos a seguir, y es a partir de ellos como debe utilizarse. Los profesionales de La Orden de Ayala, entre ellos varios maestros de Reiki Usui Tibetano y Japonés, están totalmente cualificados para ayudarte de forma responsable.

Cuando utilizamos la energía universal sanadora Reiki debemos hacerlo con verdadera fe, conciencia y consideración hacia nosotros y hacia los demás. De esta forma se conseguirá lo que pretendemos y podremos ayudar al prójimo y a nosotros mismos.  Hay que tener en cuenta que durante una sesión de Reiki, el paciente se está sanando al mismo tiempo que su terapeuta  lo cual crea un vínculo entre ambos y con el Universo. Todo lo bueno que demos y se proyecte hacia fuera, toda la buena voluntad, aunque sea un granito de arena, es un granito de arena tan necesario y tan maravilloso que provocará en nosotros y en los demás sensaciones increíbles que desde luego nos ayudarán y ayudarán a los demás en su camino de vida.

El Reiki es una energía de alta frecuencia sanadora con fines puros. Todos los seres vivos nos podemos beneficiar de él: personas, animales, plantas e incluso lugares.

Nuestro organismo tiende a buscar los métodos para encontrar su equilibrio y a veces nos da señales que pasamos por alto, pero cuando esas señales son tomadas en consideración, el Reiki puede ser un fantástico camino para comenzar un proceso de equilibrio y sanación.

El Reiki carece de efectos secundarios negativos, lo podemos utilizar siempre que queramos y con todo tipo de personas con enfermedades crónicas o leves, así como con personas que busquen exclusivamente una sanación emocional. Ancianos, niños, mujeres embarazadas, adultos de todas las edades etc., cualquiera es un buen candidato para un sesión terapéutica sin ningún tipo de contraindicación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el Reiki como una terapia complementaria a cualquier tratamiento médico que ayudará a conseguir que en el trance de su enfermedad el paciente encuentre alivio, relajación y sanación poco a poco, por supuesto sin abandonar los tratamientos médicos indicados por profesionales. Nunca se debe abandonar el tratamiento médico convencional por una terapia complementaria pero es importante saber que actualmente el Reiki tiene presencia en muchos hospitales y centros médicos de España y del mundo.

El Reiki también es útil como escudo para encontrar el equilibrio pues nos ayuda a salvar los obstáculos de la negatividad energética cuando sentimos que otras personas nos dañan o nos crean un estado energético negativo, el cual podemos sentir en lugares donde hay enfermos o simplemente en sitios que por determinadas circunstancias emanan energía negativa. Si pasamos demasiado tiempo en ellos (cada persona tiene sus tiempos) nos podemos ver magnetizados por esa negatividad y nuestra energía se intoxica hasta el punto de hacernos sentir mal. Es inevitable que esto ocurra ya que tenemos que convivir y compartir constantemente.  Todas las energías que nos rodean nos influyen, a unos más y a otros menos, quizás nos duele el estómago, nos sentimos mareados, incómodos, agotados, con sensación de pesadez en alguna parte de nuestro cuerpo, o con dolor de cabeza; estos son algunos de los síntomas de esa intoxicación energética. Hay personas que controlan el “robo” de positividad de forma consciente, otras lo hacen de forma inconsciente, buscando desesperadamente sanación que pueden encontrar los otros.

La energía no se destruye, solo se transforma y su tendencia es buscar el equilibrio. Con el Reiki podrá contribuir a esto.

Desde La Orden de Ayala te damos la bienvenida y te esperamos.

Precio

Sesión de Reiki de 50 minutos: 40 €.

Para tratamientos más largos consultar.

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